Bangkok - parte 2
Mi querido compañero,
me resulta mas que evidente que los astros no querían que nos
separáramos. Por lo menos esto es lo que me hacen pensar todos lo
acontecimientos que me han ocurrido en estos días sin ti. Algunos
divertidos otros menos, pero siempre entretenidos.
Ayer, o dios sabe cuando que ya han pasado muchas cosas y aquí es el
4 de abril, habiendo salido el 3, bueno que me sigo haciendo la picha
un lío con esto del jet lag, considerando que para ti debe ser ya el
5 de abril... a lo que ibamos, busqué como un loco una gesthouse a
un precio moderado, y como no encontraba ninguna habitación single
with B/Room, al final cogí una doble cerca del mango resort. Creí
haber hecho una elección inteligente, pero resultó que no. Nada es lo
que parece a primera vista. Al salir seguí por la callejuela esa que
rodeaba el monasterio, pero por el lado que nunca bajamos y ahí
encontré un trozo de calle de los que te gustan a ti: favelas y un
gimnasio donde un campeoncillo hace practicar el thai-boxe a los
guiris y no guiris. Mola todo, ya me veo el reportaje firmado Donés
sobre el thaiboxe de Khao San! Sin olvidarnos de las viejecitas
trabajando en la calle. Y lo mejor es que si subes unas escaleras a
lado del gimnasio de thai boxe entras en el cyber-restaurante
israelita ese con las mesas hechas de troncos de caoba.
No te pierdas el trozo de calle esa que te va a encantar.
Me harté de hacerme masajes y de tomar zumos de fruta. Tengo el
cuerpo fino como la seda, tanto por fuera como por dentro, que con
todo el ginger que le he metido, las bacterias y las toxinas se han
escapado corriendo. A mi también la boca se me hacía un tanto
"picante", pero me encanta.
DE KEAW ninguna noticia. Pensaba tener su teléfono pero me había
dado sólo su mail. Así que tenía que esperar a la noche para verla.
Lo intenté pero me caía de sueño: es lo que tiene hacer 2 horas de
masaje Thai, que te deja fino como la seda para meterte en el sobre
sin levantar ni siquiera las sabanas. Pensando que eran las 23:30 me
pasé por Mango Resort (pa que no se confunda con la cadena de ropa
española) pero estaba solo Mew, la gatita muerta! Tu amada ni una
sonrisa ni una mirada. Eran las 22:30 así que me fui al hotel.
Lo que de día parecía una cosa de noche era otra. Lo aires
acondicionados mal envejecidos por la tremenda humedad, hacían un
ruido ensordecedor. Los vecinos no paraban de lanzar gritos y golpes
contra las paredes. Yo no entendía si era sexo u hostias de mal rollo.
Encendí la tele para conciliar un sueño que no tardaría en llegar. Al
levantarme para el último pis de la noche vi y maté la cucaracha mas
grande de mi vida (aunque este no es gran merito visto que no he
tenido la mala suerte de enfrentarme a tantas cucarachas en mi vida),
y luego vinieron otras. De repente entendí los gritos y los golpes de
los vecinos contra la pared!
Apagué el aire acondicionado, cerré la puerta del baño y con esos
tapones que nunca utilicé para amortiguar tus ronquidos, me dormí.
Mi idea era despertarme pronto e ir al lumpini park a ver como los
chinos hacían Thai Chi a las 7 de la mañana.
Proyectos, siempre proyectos!
Cómo no? no me desperté! Así que a las 8:10 me presenté en el Mango,
y ahí estaba Keaw! Sin nada decir nos fuimos a desayunar en un sitio
que ella conocía no lejos de Khao San. Que diferencia de trato al ir
con una Thai. Empiezo a pensar que los que se enrollan una chica de
esas lo hacen para no sentirse demasiado gilipollas y les da igual
follar o no! Luego yo tenía ganas de ir al templo ese que no vimos
porqué leí que ahí estaba la escuela de masajes mas importante de
Thailandia! Y la verdad es que mereció la pena, dentro el monasterio
ese es la hostia! Hay un cole, un parvulario donde acogen niños
huerfanos, el buda ese lleno de detalles para no perderse, como el
mosaico de madreperla en la planta de los pies, o los frescos que
decoran toda la sala desde el suelo al techo. Y por fin llegamos a la
escuela esa de masaje que está dentro del monasterio. Una
preciosidad, llena de Thai haciéndose masajes. Invité Keaw a hacerse
un masaje aunque ella dijera que no quería y me hice un masaje de
esos con hierbas. Menuda diferencia! Es el doble de caro pero también
el doble de bueno. Tienen otras manos. O quizás he tenido suerte. Al
acabar Keaw y yo nos sentamos debajo de un árbol y ella empezó a
enseñarme las fotos de todos sus amigos, y a explicarme su vida.
Parece ser que se aburre como una ostra. "Bangkok is very boring" y
por lo que me contó no se liga ninguno de esos que estaban en las
fotos. Curioso.
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