Me he estado preguntando cosas toda esta tarde y las respuestas han
ido apareciendo en forma de diálogos con amigos.
Uno de los que pensaba fueran mis valores era la libertad de poder
viajar.
Pues resulta que no.
En mi conversación con Marc, conversación que todavía no he tenido
pero que tendré cuanto antes, le pedía perdón por haber ido a ese
viaje a Japón y Tailandia con él.
- Creía que tenías muchas ganas.
- Tenía ganas de viajar contigo, de estar a tu lado, pero
sinceramente, Tailandia me rompía los esquemas. Todavía me pregunto
porqué he ido allí.
- Pero tú eras el fanático de Japón.
- Eso sí, pero me hubiera gustado volver directamente a Barcelona.
Una semana era más que suficiente para mi. A veces fantaseamos y
tenemos sueños porque no queremos realizarlos.
Eso es. Me doy cuenta de que me gusta soñar lo que no quiero
realizar, porque lo que realmente quiero lo hago. Y esto me sorprende
a mi mismo. Es como si soñara lo que es casi obligatorio soñar: todo
el mundo fantasea con lugares exóticos y lejanos. Casi todos los que
tengo a mi alrededor me dicen que lo que mas desean es aventura y viaje.
Pues yo no.
Mientras preparaba ese viaje a Tailandia y Japón con Marc, me di
cuenta que no tenía ganas de irme tanto tiempo ni a tantos sitios.
Simplemente había algo en ese viaje que no me llamaba. Y sigo en las
mismas. Este verano no tengo ganas de irme a ningún sitio. Y no voy a
ir. Me quedo aquí, que se está muy bien, con unas playas mas que
decentes a 20 minutos en moto, la ciudad invadida por extranjeros,
que siempre da la sensación de estar en otro continente, y la
voluntad de aclarar cosas en la cabeza y ser mas perezoso que el
perezoso.
Me ha dado por ahí.
Ya tengo un valor. Crear algo en el lugar donde estoy, con ganas de
vivir el presente y con visión de futuro. (aunque el los post
anteriores los maestros que cito dejan claro que esto es miedo a la
muerte y no aceptar que somos mortales y que la vida ocurre a pesar
de nuestra voluntad).
Te pido perdón Marc. No tenía que haber ido. Además, como estaba
incomodo en Tailandia he sido la mar de negativo. Pero es normal. No
sentía que estaba donde tenía que estar.
De todas formas estos errores sólo se descubren una vez hechos. Si no
hubiera ido ahora me sentiría como un traidor en un proyecto con un
amigo.
La otra cosa que tengo clara es que en el trabajo, de momento, no
quiero montar ninguna empresa que se base en la explotación de los
demás. Así que sigo como free lance, viviendo de lo que yo soy capaz
de ofrecer y generar. Aunque el gusanillo de volver a montar una
empresa me pica desde muy adentro.
Ya encontraré la manera de crear una empresa de servicios que no
explote a la gente de manera tan patética como lo hacen las empresas
tradicionales, con esos horarios absurdos y esas reglas absurdas.
Creo que va a ser algo así como un aggregator de gente que puede
ofrecer servicios en forma de tela araña. Algo nada piramidal y sí
la mar de extensa.
Tiempo al tiempo. Ya encontraré el camino.
Obviamente este punto contiene la idea de la solidariedad, el respeto
y el interés hacia los demás. Valores sumamente importantes en mi
vida. Aunque a veces a la gente les parece que me los paso por el forro.
Si lo pienso bien, creo que no he llegado a ser director de cine
porqué la visión dictatorial del sistema en que funciona esa
industria no me gusta nada. Me hubiera gustado tener la autoridad del
talento, pero como no la tengo, debería imponer mi punto de vista de
otras maneras (de las que soy capaz) y son esas la que no me gustan.