02 enero 2006

Sueño

Quizás el hecho de que se haya acabado el tener que tragar comida
como posesos, cosa que afecta bastante la digestión a mi que ya no
tengo veinte años, pero esta noche he tenido una actividad onírica
bien compleja y articulada.
Como siempre al dejar pasar unas horas desde que me despierto, el
sueño desvanece en la nada, y se quedan atados a mi memoria sólo
retazos. Y porqué esto se merece un post? Porqué el retazo de hoy es
de esos que han marcado la historia de mi familia en profundidad.
He soñado, entre tantas cosas, que mi abuelo estaba sentado encima de
una silla de madera y que yo, ya madurito, estaba sentado encima de
él, que me abrazaba con fuerza y no me soltaba. Yo quería irme, que
en el fondo de mi corazón soy muy chiquillo todavía y ciertas
costricciones no me van, pero él no me soltaba. Me decía muy claro al
oído que me a pesar de todo me había querido mucho y que todavía me
quería.
¿Que hay de malo en esto? En realidad nada, solo que yo no fui al
entierro de mi abuelo, es más ni me enteré hasta unos meses después
de que había cruzado el charco del Aqueronte (ya lo sé la referencia
a Dante es un poco pedante, pero soy italiano y la cultura me puede
casi tanto como un par de tetas a la hora de tomar decisiones),
porqué un par de años antes de morirse mi madre le denunció a él y a
sus hermanos por haberle robado casi toda la herencia que mi abuela,
jodidamente rica, le había dejado. No digo que mi madre lo haya
pasado mal durante todos esos años de juventud y madurez, pero
reconozco que el dinerillo ese no hubiera sido de más en nuestras
vidas. Hubo momentos en que lo pasamos bastante mal (a mi padre los
negocios no siempre le fueron bien), y eso hace que ahora mi madre
tenga un odio y un rencor hacia sus dos hermanos y su padre bastante
considerable. ¿Y quien no los tendría? Eso es lo que me digo yo. Por
otro lado la nemesis ya se ha cargado al abuelo y a un tío, y nos
queda solo otro hermano y un cargamento de nietos (o primos,
dependiendo del punto de vista) con los que lidiar.
Todo apunta a que mi madre no recuperará nada, o casi, pero es una
prueba evidente de como funciona la codicia y el patriarcado en las
familias españolas (sí, mi madre es española a pesar de que se haya
ido a vivir a italia hace 40 años).

¿Porqué carajo he soñado que mi abuelo me decía que me quería?
No debería yo odiarlo, o por lo menos pensar que era un hijo de puta
por robarle a su hija? Que carajo de padre es el que le roba a su
hija? Y que mierda de hermano es el que le roba a su hermana? No era
este un país de caballeros y hombres nobles? Porqué eso sí, esos tres
hombres siempre han ido con un sello de oro al dedo, para dejar claro
que venían de una de las familias con mas historia y nobleza de este
país.
¿Que es la nobleza entonces?
Quizás digo todo esto porqué como no me ha tocado ni un pellizco de
todo ese dinero, ni evidentemente me va a tocar, me puedo permitir
tener sentimientos nobles.
Pero bueno, este es el resultado de tan pequeño e insignificante
fragmento de sueño.
¿Cual es?
Pues que me cago en mis muertos!

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