28 septiembre 2005

retrovisores

Hay mucha rabia ahí fuera.
No sé por qué no se puede vivir una vida tranquila sin tener que ser siempre el mejor. sin tener que deslumbrar a los demás.
Hace años, Jose escribió un articulo en un fanzine sobre su deseo de ser mediocre, porque los mediocres no mueren jovenes, no sufren (demasiado), no tienen demasiadas ambiciones que los frustran.
el himno del verano fué: Quiero ser mediocre!
Pero no lo es y ahora sigue luchando intentando escribir la gran película de su vida, esa que cambiará el curso de la historia del cine... esa que de tan ambiciosa, nunca llega.
Pero nadie dice respetar a los que hacen películas pequeñas, sin ambición, de esas que a veces salen mal o que no llaman la atención.
Por eso no me extraña que Jose se pase las noches de copas y luego cuando vuelve a casa, a veces descarga su angustia contra los espejos retrovisores de los coches aparcados uno detrás de otro, impidiendole el acceso a la acera.
No me extraña.

Sigue Jose, sigue en tu camino hacia la mediocridad. Quizás un día lo consiguas y seas feliz.

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